La religión neoliberal del mercado y los derechos humanos
Franz Hinkelammert, coordinador y editor
Editorial Arlekín, San José, Costa Rica, 2017, 286 pags
Bernal Herrera Montero
Universidad de Costa Rica
Acaba de aparecer La religión neoliberal del mercado y los derechos humanos. Patrocinado por la Fundación Rosa Luxemburgo, y enmarcado en el proyecto Marx200, el libro ha sido bellamente editado por la Editorial Arlekín, la misma que ha venido publicando diversas obras de Franz Hinkelammert, quien en esta ocasión, además de aportar el excelente ensayo que abre la colección, ha actuado como editor y coordinador de la publicación.
Carlos E. Angarita S.*
El acuerdo de paz firmado recientemente en Colombia entre el gobierno nacional y la insurgencia de las FARC se erige como un referente emblemático mundial. De hecho, contó con el respaldo irrestricto de Naciones Unidas, de la Unión Europea y de la administración norteamericana de Barack Obama, además de múltiples gobiernos de diferentes latitudes. En cuanto tal, en la actualidad es defendido por sus gestores como un modelo de resolución de conflictos armados que podría replicarse para escenarios donde persistan las confrontaciones bélicas.
Jorge Martínez Aparicio*
Presentación
El mercado, a propósito de desmitificarlo, es considerado como un mecanismo que se sujeta a las normas que la ley del valor le impone. Se argumenta que el mercado es el escenario en que cobra contenido el intercambio de equivalentes con base en las cantidades de trabajo invertido socialmente en la producción; a través de la circulación de mercancías se reparte la riqueza social con base en las condiciones sociales de la producción.
Visto así, las inequidades del mercado son entendidas como consecuencia de la vigencia de las leyes del valor, o de los procesos de distribución del trabajo y de la riqueza en sociedades de amplia difusión de la cooperación y de división del trabajo; inclusive, y en particular, para el régimen del capital.
Gabriel Liceaga
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Este trabajo tiene como objetivo plantear algunos interrogantes relativos a la necesidad de formular una crítica filosófica que haga inteligible y aliente prácticas de transformación social y cuidado. Su inspiración proviene de la convicción de que la humanidad necesita crear nuevos dioses si es que quiere sobrevivir; o, lo que es lo mismo, sólo un Dios/Diosa/dioses nuevos podrán salvarnos del brete civilizatorio en el que nos encontramos. De ahí el título propuesto. El verbo “llamar” aparece como la actitud activa y expectante al mismo tiempo que signa la actitud espiritual desde la cual se escriben estas notas.
Carlos Molina Velásquez
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El interés por analizar la presencia de elementos religiosos en los mensajes publicitarios y programas de entretenimiento no es algo nuevo. Sin embargo, lo usual es que “lo religioso” se refiera a doctrinas y creencias de las iglesias y las religiones institucionales. Frecuentemente, estos análisis van de la mano con críticas desde posturas laicistas, que reclaman “una televisión libre de supersticiones”, o que se concentran en la supuesta relación entre los contenidos mediáticos y conductas “patológicas”, aunque no evidentemente “religiosas”: desórdenes compulsivos asociados al consumo, exhibicionismo, etc. Tampoco es raro que acompañen las críticas que surgen del lado opuesto, como las protestas por “el uso indebido” de imágenes sagradas “en un contexto profano” o el rechazo de la instrumentalización mercantil de las fiestas religiosas.
Dr. Jorge Vergara Estévez
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Chile
¿El neoliberalismo es una teoría científica de la sociedad?
Los valores centrales de la civilización están en peligro. Esto se ha visto favorecido por una disminución de la creencia en la propiedad privada y el mercado competitivo, porque sin el poder difuso e iniciativa asociados con estas instituciones, es difícil imaginar una sociedad en la que la libertad pueda ser efectivamente preservada
Mont-Pèlerin Society (1947), Declaración de principios
En América Latina el término neoliberalismo se emplea profusamente y con diversas acepciones. Algunos lo ha substantivado y lo consideran como una fuerza que posee vida propia y que está transformando las sociedades. Otros lo emplean para definir las políticas económicas que se aplican en buena parte de nuestros países, suponiendo que este adjetivo siempre puede explicarlas, aunque muchas veces estas muestran complejidades que no provienen de la influencia del pensamiento neoliberalismo. Por ejemplo, en Chile se dice que el alto nivel de corrupción de políticos y empresarios es una consecuencia del neoliberalismo.
Yamandú Acosta**
Introducción
La exposición apunta a reflexionar sobre la construcción de la democracia como su asunto central, construcción que identifica como “conflictiva y nunca acabada”.
El eje de esa conflictividad y ese inacabamiento se ubica en la relación y tensión entre las implicaciones de la racionalidad del mercado, asumida hegemónica y globalmente como la racionalidad frente a la cual no hay alternativas, y la racionalidad de la vida, que en su condición de racionalidad reproductiva humanidad – naturaleza, resulta desplazada, invisibilizada y exponencialmente socavada por la totalización de aquella.
Eric Eduardo Sánchez Chávez
Desde la proclamación de los Derechos Humanos en la Francia burguesa del siglo XVIII se han conquistado otros nuevos derechos, sobre todo de algunos grupos muy vulnerables como las mujeres, los esclavos y los obreros. Esta proclamación se hace desde una forma de pensar occidental, burguesa y siguiendo una lógica única “universal”,pero no por eso dejan de tener una importancia en la construcción de realidades concretas. En la nueva Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la ONU en 1948, estos derechos siguieron enmarcados en esta única lógica occidental. El presuponer la universidad de estos Derechos es uno de los principales problemas, sobre todo a la hora de hacerlos valer en las relaciones concretas de los seres humanos, que muchas veces se ven afectadas por el interés de individuar dichos Derechos. Así tenemos que unos cuantos tienen más derechos que unos muchos, o unos todos. El presuponer que por decreto los Derechos Humanos valen para todos es una de las problemáticas más graves en esta materia, debido a que se ven sólo como algo que hay que respetar legalmente. Se combate contra el formalismo y la única posible lógica de lectura de estos derechos, así como la violencia que se ejerce contra los grupos más vulnerables.
Fundamentalismo, ideología y crítica del capitalismo como religión:
La crítica de la religión neoliberal del mercado y los derechos humanos
Franz J. Hinkelammert
A partir de la coyuntura mundial actual, parece oportuno discutir a partir de los puntos axiales de la crítica de la religión del mercado que realiza Marx a partir de Feuerbach. En el centro de su crítica y a la vez el punto de partido de ella está su humanismo, que es un humanismo de la praxis y no de tipo sentimental o emocional.
Siendo humanismo de la praxis, tiene su criterio de la verdad en la propia praxis humana. Eso dice Marx, cuando dice: el ser humano es el ser supremo para el ser humano. Eso implica: El mercado es para el ser humano, y no ser humano para el mercado. El ser humano no es para el capital y su maximización de las ganancias, sino el capital es para el ser humano.
Sin embargo, se ha desarrollado una religión del mercado completamente contraria.
Matadme, entonces. Acabad con Troya.
Esa será mi fama, esos serán mis hijos,
ese será mi esposo.
Ifigenia en Áulide
Salva tú la vida tuya.
Yo no te envidio tu salvación.
Antígona
Si ustedes fueran de veras hijos de Abraham,
harían lo que él hizo…
El padre de ustedes es el diablo…
(Él) ha sido un asesino desde el principio.
Jn 8, 39-44
Historias antiguas, sacrificios contemporáneos
En buena parte de los discursos políticos latinoamericanos se tiene a la juventud como objetivo. Se habla de programas sociales o proyectos educativos que ayuden a superar las brechas “que nos separan del mundo desarrollado” y al mismo tiempo se impulsa la criminalización absoluta de las agrupaciones juveniles —pandillas, “maras”— o de las luchas reivindicativas de las mujeres, estigmatizando a millones de muchachos y muchachas pobres que se presentan como una amenaza para la sociedad. Gobiernos de derecha y sectores conservadores hablan de “mano dura” contra los pandilleros y cárcel para las jóvenes que salvaron su vida practicándose un aborto clandestino, mientras los medios de comunicación —a la derecha también— se encargan de mostrar una amplia gama de rostros de “monstruos”, pero con el común denominador de la juventud y la pobreza.
Juan Carlos Durán Muñiz
Licenciado en Filosofía y actual estudiante de música de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, México
Es difícil decirlo, precisamente porque el ambiente en el que habitamos se muestra tan adverso para conservar la vida -acechada constantemente por la barbarie y la desesperanza- postrándose en un presente que administra la muerte, es necesario buscar la posibilidad de vigencia de otros instrumentos ontológicos y epistemológicos que puedan aportar nuevas miradas y nuevos tonos para los procesos de violencia que vivimos como sociedades.