Sesión 22 de julio del 2009
 
El “mito del desarrollo”
Introduce Henry Mora
 
A raíz del número 45 de la revista América Latina en movimiento, de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), podemos conversar sobre el mito del progreso y el mito del poder, así como plantear la discusión sobre el espacio mítico. Con la discusión sobre el mito del desarrollo logramos unir las discusiones sobre los dos anteriores.
 
En general, en los diversos artículos de ALAI aún se tiene un sentido ingenuo sobre el mito.
 
Ahora me ceñiré a comentar el de Gustavo Esteva (“Más allá del desarrollo: la buena vida”) y el de Ana Agostino (“Alternativas al desarrollo en América Latina: ¿Qué pueden aportar las universidades?”).
 
En relación con el texto de Gustavo Esteva (“Más allá del desarrollo: la buena vida”):
 
  • El autor critica el desarrollo como mito, algo maligno y amenazante. Pareciera que entiende por “desarrollo” el desarrollo capitalista de los últimos 50 o 200 años; otras veces parece ser que se refiere al industrialismo… Sin embargo, es radical en este punto: no se trata de ponerle un adjetivo correcto al desarrollo, cualquier adjetivo es cosmético, pues el problema es el concepto de desarrollo en si, y aquí es cuando aparece identificado con la idea de desarrollo del capitalismo.
  • La situación queda un tanto ambivalente, pues no se encuentra en los diversos artículos una precisión conceptual respecto de lo que se entiende por desarrollo, ni se lo deslinda más allá de la era del desarrollo(ismo) de los últimos 60 años.
  • Hay aproximaciones al concepto de desarrollo como mito cuando hablan de este como mito utópico, o de la sabiduría convencional (Galbraith) del que es parte. Estas aproximaciones nos acercan a un concepto menos ingenuo, pero no tienen un espacio de reflexión teórica que constituye el espacio mítico (en los términos que expone Franz Hinkelammert). Por esto, desde esa perspectiva, no se puede contraponer el mito del desarrollo con otros mitos… 
  • En cuanto mito de progreso y de poder, la empresa desarrollista fue formidable.
  • Se cuestiona el capitalismo, se cuestiona el neoliberalismo, etc., pero no discuten el desarrollo.
  • En todo caso, en términos generales tengo la impresión que prevalece un concepto de mito como engaño, como velo. Cabe la tarea de desmitificar el mito, desenmascarándolo…
  • Por otra parte se introduce la problemática del buen vivir, que está tomada de la cosmología indígena y ha sido incorporada en las constituciones de Ecuador y Bolivia. Tal como lo presentan los autores, el buen vivir se contrapone al bienestar. Por eso no creo que esta propuesta discierna el rango (mítico) que tiene el mito del poder y el mito del progreso. Se trata tan solo de una oposición al bienestar, pero no cuestiona el poder y el progreso.
  • El concepto de buen vivir tiene que ver con la discusión de las condiciones de existencia de la vida, por eso no atañe a una situación (bienestar) sino a una dinámica (bien vivir).
  • El camino de la emancipación pareciera que discurriría por el postdesarrollo, pero este no tiene implicación mítica. Esta propuesta del postdesarrollo resulta menos pretensiosa, es la propuesta del pluriverso, de la diversidad…
  • La crítica central que se hace al desarrollo y el bienestar es la pretensión de convertirse en la meta a seguir, a imagen del Primer Mundo, es decir, se critica su carácter universalista, como única salida. Frente a esto se presenta la alternativa del pluriverso, la diversidad. Así, si los indígenas son un escollo, la alternativa pasa por acomodar el modo de producción social a los contextos sociales.
  • Lo más plausible es la idea del fin de una era, o en la crisis de una era, pero que esto conduzca al fin de esa era está por verse, ya que puede darse tanto el fin como el fortalecimiento de lo que impera en esa era.
 
En referencia al artículo de Ana Agostino (“Alternativas al desarrollo en América Latina: ¿Qué pueden aportar las universidades?”):
 
  • Pensar en alternativas al desarrollo y no en alternativas de desarrollo resulta difícil, pues no se tiene en cuenta “la sabiduría convencional” que asocia desarrollo con algo positivo… Por tanto, se impone la pregunta: ¿cómo sensibilizar a la población en el sentido pretendido?
  • La tarea que corresponde a las universidades me parece que va en la línea de desenmascarar, pero sin entrar en la discusión de los espacios míticos y de los mitos de emancipación.
 
Diálogo
 
Norman Solórzano: En los textos aparece una idea de mito deudora del prejuicio ilustrado, que asume el mito en términos peyorativos, como algo negativo, falso, que debe ser superado. Lo contrario, la razón, se asume como fuera del espacio mítico; esto es lo que la deja incuestionada. En ese sentido, cuando se habla del “mito del desarrollo”, en realidad lo que se hace es un uso propagandístico del término y no se tematiza-problematiza en la condición de los mitos. Por eso, las propuestas alternativas no alcanzan más que a provocar el asentimiento por un mundo que se desea y considera bueno, pero no logran la movilización. Por lo demás, tampoco aparece un profundo análisis del desarrollo como “categoría”, lo cual me parece que es un faltante y me deja la duda de si, con el discurso del desarrollo, en realidad, a lo más que se llegó fue a generar los imaginarios del subdesarrollo (esta es una consideración más generalizada y no solo constreñida a los textos aquí comentados). Por consiguiente, considero necesario discutir el carácter categorial del desarrollo, y esto dentro del espacio mítico; por tanto, su carácter como mito, más allá de lo llamativo del cliché. Esto supone, además, un problema de lenguaje, pues usamos los mismos términos para cosas diferentes, así que también debemos cuestionar y dar la lucha por las palabras.
 
Carlos Cruz: Los autores de los artículos parece que tienen una perspectiva “posmodernista” y con una clara referencia cultural andina. Esto señala un contexto, el andino, de culturas autóctonas que enfrentan el modelo de cultura occidental… Esta es una noción cultural que se contrapone a la historia de la sociedad occidental, como desarrollo. Por eso se trata de la reivindicación de la idea de vida, mientras que –desde esa perspectiva, occidente supone negación de la vida. Aparte del problema del lenguaje, es que estos contenidos están mezclados, lo cual es difícil porque los contenidos son diferentes. Entonces, ciertamente, desde esa perspectiva, la concepción sobre el mito es peyorativa, pues mitos son los del mundo occidental (ejemplo, desarrollo…). Por eso, en estos artículos no encontramos una contraposición entre el mito colonizador y el mito descolonizador… De esta forma, el buen vivir es una crítica a la sociedad occidental y los propulsores de la idea se refugian en nociones más tradicionales, nociones del tipo hippie-étnica; en una contraposición excluyente… Desde el pensamiento crítico, la crítica se hace desde dentro; en los textos de la revista ALAI, la crítica es desde afuera…. Esta es la trampa, porque es débil, sin entender las contradicciones que supone este desarrollo…
 
Anamaría Hernández: Requerimos ponerle nombre a las cosas y dinámicas y así construir alternativas… Si buscamos construir un mundo donde quepan muchos mundos, ¿cuál es la alternativa a esa visión de progreso?; ¿cómo llamarla? Esto es necesario para poder ir construyendola. Por su parte, el buen vivir, o la afirmación de que el criterio es la vida, desde la perspectiva cristiana, también es el planteamiento de Jesús: he venido para que tengan vida y vida en abundancia, no vida desde el progreso sino desde la plenitud… Por tanto, hay que imaginar, nombrar, crear los mitos correspondientes para hacer la parte de la vida. No es solamente el análisis académico, sino la búsqueda de concreciones para la transformación, lo cual no implica una receta…
 
Luis Gómez: El punto de partida de Escobar (“Una Minga para el postdesarrollo”) son Foucault y Said; además parte de la idea de que el discurso sobre el desarrollo empezó con el discurso referido de H. Truman, pero que se torna pandiscursivo. Esto nos coloca ante un laberinto, pues se ontologiza el desarrollo, al calificarlo bueno o malo, y se invalida la cítrica. Otro aspecto es la preocupación por la finitud, es decir, por la invención del hombre en el discurso de la modernidad; esto delimita, de entrada, la posibilidad de un abordaje desde el exterior. Por eso debemos reconocer que estos temas no van a dar una alternativa al desarrollo, sino que reflejan la antropología que hay en el desarrollo. Todavía me queda una pregunta: ¿por qué optan por hablar de “postedasrrollo” y no se piensa en otra cosa? Esto demuestra que aún no hay propuesta…
 
Henry Mora: Sobre Arturo Escobar y la tesis del postdesarrollo, considero que estamos en el mismo limbo que cuando se habla del “postcapitalismo”. Además, el postdesarrollo es solo el acumulado de algunas aspiraciones sobre la vida buena; por eso, en la práctica, el concepto de postedesarrollo no es muy ambicioso…
 
Norman Solórzano: Por eso mismo insisto en que el concepto de desarrollo hay que fijarlo, para saber a que nos estamos refiriendo cuando lo usamos; no sea que hemos estado utilizando un término que no describe ni explica (categoría teórica), por tanto, que es meramente ideológico o propagandístico. Entonces, los términos y conceptos que estén adheridos a este, pues tampoco sería claros y útiles…
 
Gerardo Morales: Arturo Escobar estará con nosotros en abril del próximo año (2010). De él hay un texto (Mas allá del Tercer Mundo) que me parece interesante, pues relaciona el concepto de modernidad con el de colonialidad y lo analiza desde la perspectiva histórica. Propone como nueva epistemología, desde América Latina, en la que supone el rescate de los conocimientos locales, latinoamericanos. Esto permite una crítica histórica del concepto de desarrollo. Por otra parte, usa la doble dimensión dentro – fuera… me parece interesante pensar la modernidad desde ese juego: ¿qué significa estar fuera?
 
Luis Gómez: Algo que hay que tener en cuenta, en el caso de Arturo Escobar, es que tiene un compromiso con grupos afrodescendientes caribeños. Por eso entiendo que esto del postdesarrollo ya no es mito, sino política pública que se está dando en algunos países. No veo qué están pensando, en cambio, desde los movimientos sociales, sino que es un pensamiento que se piensa desde la alta escuela…
 
Ronald Rivera: Creo que es importante ver el marco epistemológico en el que se escribe y piensa, para saber que tanta potencia crítica hay en lo que se hace… Otros abordajes sobre el problema del desarrollo son los de Raff Carmen, que habla del “maldesarrollo”, o Amartya Sen y su propuesta sobre el despliegue de capacidades. Parece que aquí (en los textos analizados) la crítica esta dentro del mismo marco epistemológico de aquello que se está cuestionando.
 
Carlos Cruz: Esto me plantea un problema gnoseológico: ¿la crítica de Marx es desde adentro o desde afuera?
 
Norman Solórzano: Considero que la distinción dentro – fuera introduce ruido, pues ella solo hace referencia a una ubicación en la práctica (pertenencia a uno u otro grupo), pero no ayuda a la comprensión (teórica crítica) y nos conduce a discusiones insolubles. Por otra parte, algo de lo que hemos venido insistiendo es que hay que determinar el marco categorial (o marco epistemológico, al que hace referencia Ronald) en que se piensa y actúa, desde el que se construye mundo; esto nos permite contrastar, pues siempre se pensará desde/dentro un marco categorial, que puede contrastar con otros marcos categoriales (¿será esta la exterioridad que podemos considerar?).
 
Grace García: Uno de los temas de Amigos de la tierra (organización ecologista) es el tema del buen vivir: este es parte de nuestra agenda de transformación. Hemos intentado conceptualizar este buen vivir, que efectivamente se vincula con cosmovisiones indígenas. Otro tema es el del desarrollo, que ya no lo discutimos en sí (este no es la finalidad), sino que creemos que hay una oportunidad al referirnos a la idea de sociedades sustentables… Desde nuestra agenda, el tema de la transformación, movilización y resistencia, son ejes transversales en el diálogo con diversas instancias y organizaciones. ¿Cómo planteamos el proceso de transformación, a partir del buen vivir?
 
Miscelánea:
 
  1. El próximo encuentro corresponde el 5 de agosto. Sin embargo, se deberá confirmar porque coincide con diversas actividades en la que estamos a la vez comprometidos. Es posible que se traslade al 19 de agosto, lo cual queda por confirmar.
  1. Para la siguiente sesión –siguiendo con esta discusión sobre el desarrollo y los mitos vinculados- Grace García ofrece como insumo el trabajo que desde el movimiento ecologista están haciendo en torno a la idea de buen vivir.

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